
Veranear por los museos
de Quito, plansazo
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Este post va para los que viven en Quito o nos visitarán durante el verano. Como ya sabrán, es una ciudad cuyo verano de sol quemador produce ganas de salir a la calle, pedir vacaciones y aprovechar las mañanas. Quito es una ciudad linda y hay ciertos lugares que la hacen más especial. Su Centro Histórico es un clásico, pero cuando te preguntas: bacán ¿a dónde exactamente voy? Pasa que puedes desubicarte.
Aprovechar el verano para ir a museos es plan (plansazo, como diríamos en Quito). Por eso, nos juntamos entre dos, Carla Navarrete y Ga Robles, para buscar lugares en los que podrías pasar bien en el verano, mientras saboreas un poco de cultura y arte. Son museos, pero también puntos de arte y bibliotecas donde no tendrás que limitarte a recorrer el lugar en plano, sino pasear y aprovechar sus áreas agradables para pasear.
Dale una revisada a estas ideas para veranear en Quito, recorriendo museos y espacios de arte.
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El MuNa – Museo Nacional
Dónde queda: Av. Patria (entre Av. 6 de Diciembre y Av. 12 de Octubre)
Uno de los patrimonios en donde confluyen arte, historia y ciencias sociales es sin duda el museo. Aquel espacio que nos une como pueblo porque muestra lo que somos.
El camino que nos lleva al MUNA nace de colecciones privadas y de la colección administrada por el Banco Central del Ecuador, cuyo enfoque curatorial partió de la quimera de país desarrollado y vanguardista. Encontrarás arte contemporáneo y colonial.

No te puedes perder:
La expo “GUAYASAMÍN: 100 AÑOS», por el centenario de su nacimiento. La exposición está ubicada en el primer piso y además de disfrutar de su obra, tendrás la oportunidad de ver una entrevista que cuenta los entretelones de su trabajo.
Dato curioso:
Hay obras que rompen los esquemas de la época, pero su belleza y la casualidad las han hecho permanecer en el tiempo. Hay una pintura en particular, la de una virgen con el seno descubierto y alimentando a un pequeño niño Dios, obra que para las épocas coloniales era impensable que alguien ose pintar semejante aberración. También fíjate en la escultura de la mujer desnuda de las medias rojas, que es tan cautivante por exponer sin reservas su cuerpo y mostrar su cabello rizado y corto con grandes aretes. La composición de su cuerpo se encuentra libre de atavíos y su libertad se muestra a plenitud.
Qué hacer después del museo:
Curiosear la tienda del museo a cargo del Z Lifestyle Gallery, con objetos seleccionados de diseño y arte. Hay de todo, desde souvenirs, artesanías, decoración, hasta moda de artistas ecuatorianos.
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Capilla del Hombre
y Casa Museo de Guayasamín
Dónde queda: Bellavista
Guayasamín fue un artista que se alineó a la idea de compartir su conocimiento, razón por la cual construyó su casa en un terreno muy amplio para poder crear la Capilla del Hombre y un Museo de Sitio en el cual se exponga sus colecciones y trabajos propios. La arquitectura de ambos edificios es asombrosa y guarda las pinturas y esculturas del artista. Además tiene colecciones de arte precolombino, colonial y de arte contemporáneo, ubicadas en puntos estratégicos de su casa y de la Capilla del Hombre.

No te puedes perder:
En el subsuelo encontramos la Sala Prehispánica. Su piso es de piedra, en concordancia con la colección. Aquí se puede identificar la Edad de la Ira y la Edad de la Ternura.
Dato curioso:
Este año, Oswaldo Guayasamín cumpliría 100 años, por lo que hay eventos especiales de celebración.
Qué hacer después del museo:
Pasear por el lugar y descubrir un rincón perfecto para conversar. Te darás cuenta porqué el barrio se llama Bellavista.
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Museo Casa del Alabado
Dónde queda: En la calle Cuenca N1-41 y Bolívar
El arte pre-colombino tiene una casa hermosa, ubicada en el Centro Histórico de Quito, cerca de San Francisco. Más que contar la historia en una línea de tiempo, este museo tiene objetos extraordinarios hallados en todo el Ecuador, los cuales pertenecieron a las civilizaciones previas a la conquista española y evoca el desarrollo económico, social y cultural de nuestros ancestros en distintos momentos. La diferencia con otros museos es que en lugar de exponer piezas arqueológicas de la cotidianidad, las colecciones muestran el lado ritual. La casa es una de las más antiguas de Quito y su restauración junta elementos modernos, algo que hace que el ambiente sea acogedor y sea toda una experiencia recorrer el lugar.

No te puedes perder:
La exposición Animales y el mundo precolombino, que recoge un montón de piezas (muchas estaban en la reserva) que representan animales de las distintas regiones del Ecuador. Desde búhos, sapos, pájaros, hasta jaguares con pies de humano y crisálidas.
Dato curioso:
Se llama Casa del Alabado porque en el dintel de piedra que se encuentra a la entrada, reza: «Alabado sea El Santísimo… Acabose esta portada en 1671 años».
Qué hacer después del museo:
Puedes quedarte comiendo unos sánduches en el Bigoté, el restaurante en el patio del museo. No es tan costoso y tienen un menú variado.

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Centro Cultural Metropolitano — MET
Dónde queda: García Moreno 887 y Espejo
El Centro Cultural Metropolitano solía ser un lugar con exposiciones, en su mayoría, bastante formales. A partir de la renovación de su imagen y de su nombre (lo empezaron a llamar “el MET de Quito”), se refrescó y trajo una serie de expos más contemporáneas y que han recorrido el mundo. Una de ellas, la muestra “Resurgiendo” de Yoko Ono. Tiene una terraza gigante donde también suele haber conciertos y otras actividades relacionadas con arte y cultura.

No te puedes perder:
La expo Humboldt: Traspasar el Mito, que nos muestra a Humboldt desde el arte contemporáneo con el trabajo de 16 artistas. El explorador, geógrafo y naturalista que llegó a Ecuador en 1802, es hoy uno de los alemanes más famosos del mundo.
Dato curioso:
En este edificación se abrió la primera sede de la Universidad Central, que en esas épocas se llamó Universidad San Gregorio.
Qué hacer después del museo:
Caminar por la García Moreno como yendo hacia el Panecillo. Ver la Iglesia de la Compañía y luego pasear por el Pasaje Espejo comiendo una quesadilla o un dulce de higo.
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Biblioteca Aurelio Espinosa Pólit
Dónde queda: Av. de la Prensa. José Nogales N69-22 y Francisco Arcos – Cotocollao
Si te gusta leer, prueba. ¡Hay cerca de 500.000 libros en esta biblioteca! Si no te gusta, también prueba, porque hay más que solo libros. La biblioteca fue pensada para albergar un archivo de asuntos ecuatorianos, hemeroteca de revistas y periódicos, archivo documental. Un resumen del patrimonio cultural del Ecuador. Tiene grandes colecciones de libros de personajes de la historia del Ecuador y salas de pintura colonial, arqueología, entre otras. Además se puede comprar libros a precios muy bajos. El personal que trabaja en la biblioteca es profesional y atento a solventar cualquier duda.

No te puedes perder:
Si lo macabro y oscuro te atrae, aquí se encuentran parte del cráneo y restos del féretro de García Moreno. Chan. Además, no dejes de ver los cuadros de Víctor Mideros.
Dato curioso:
La pileta donde fue bautizado Eloy Alfaro se encuentra ahí. Además, el manuscrito del Himno Nacional del puño y letra de Juan León Mera, está resguardado en una bóveda de la biblioteca. Pero eso no es todo, también tienen el borrador (sí, el borrador con tachones y garabatos) más el texto que transcribió a limpio las conservan como lo que realmente es una reliquia.
Qué hacer después del museo:
Anda por una espumilla al Parque de Cotocollao.
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El No-Lugar
Dónde queda: Vicente León N9-40 y Esmeraldas, La Tola
No todo en los museos es historia, colonia, identidad nacional, o quizá sí, también, pero lo que quiero decir es que hay lugares donde todo puede ser diferente, las reglas pueden cambiar y con un ambiente más fresco. El No-Lugar es un espacio perfecto para ver arte contemporáneo del medio ecuatoriano. Aquí puedes quitarte las etiquetas o el miedo de no saber qué rayos es arte, para entrar, darte una vuelta, ver la exposición del momento, divertirte, entender, aprender, oler, hacerte selfies, básicamente hacer lo que quieras con la información que recibes. La entrada es libre.

Dato curioso:
Fue pensado por un grupo de estudiantes de Artes de la Cato y luego adquirió forma hasta volverse un punto inevitable para el arte contemporáneo en la ciudad.
Qué hacer después del museo:
Dar una vueltita por el barrio para luego ir al Sereno Moreno por una fritada con chicha.
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Casa Museo de María Augusta Urrutia
Dónde queda: Calle García Moreno 760 entre Sucre y Bolívar
La Casa Museo es una construcción de tres pisos del siglo XIX, que ha sido organizada de manera que los visitantes puedan conocer la colección personal de María Augusta Urrutia y sus objetos cotidianos traídos de Europa, los magníficos cuadros de su gran amigo y pintor Víctor Mideros, y los muebles de la época que evocan la vida aristocrática de su dueña. Hay 21 salas aproximadamente, las mismas que se encuentran distribuidas en los dos primeros pisos y puedes entrar y ver todos los objetos de la cocina, de los cuartos, de los patios.

No te puedes perder:
Las características arquitectónicas de la Casa Museo. Fíjate también en la magnífica colección de Víctor Mideros, y en los artículos personales de María Augusta Urrutia en su dormitorio y baño.
Dato curioso:
La colección más completa de Víctor Mideros la encuentras en la Casa Museo y dicen las malas lenguas que ella fue su mecenas porque tenían amoríos.
Y nos olvidábamos, María Augusta fue la primera en tener una secadora de cabello eléctrica.
Qué hacer después del museo:
Primerito tomar un jugo de zanahoria o naranja para recobrar las fuerzas. Sales a la puerta principal y a mano izquierda verás las coloridas frutas. Ahí es. Luego puedes ir por un helado, ponche y sánduche de pernil a la Cafetería Modelo.
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